Lisboa, 6 de agosto de 2023

Con la vigilia de anoche terminan estas increíbles #JMJ2023 Jornadas mundiales de la Juventud. Agradecidos y agotados ¡volvemos a casa!

Nuestra alegría por bandera, la fe de nuestros mayores guiándonos en un camino no sencillo, pero que siempre vale la pena.

El intercambio de estampitas con jóvenes de todo el mundo, estampitas entregadas por manos nuevas dispuestas siempre a ayudar a levantar al hermano caído.

Inundar avenidas y plazas con nuestros cantos al son de las guitarras. Colas, largas esperas, caminos duros, duchas frías, dormir en el suelo, sol, calor, hambre, ritmos distintos. Vivencias que nos acercan a la dura realidad de millones de hermanos cada día, realidad que necesitamos para valorar el regalo que El de arriba nos da.

Y Dios en cada hermano que nos animó en el camino, que se paró a repartir su agua y comida con quien no tenía, que sonrió para ayudar al de al lado a seguir adelante, porque al cielo se va en equipo.

Jóvenes inquietos, sin miedo, con ganas de cambiar el mundo, jóvenes a los que Jesús mira, que gozan de la simplicidad y el amor de Dios, con el corazón lleno y dispuesto a construir puentes, a seguir alimentando nuestra Iglesia, compartiendo la fe y dejándonos siempre sorprender.

Marta Quirós.

Juventud de la Hermandad del Rocío de Sevilla


Antes que nada, quería daros las gracias a ti y a tu equipo de juventud por acogerme con las puertas abiertas, y porque no me imagino este viaje sin vosotros porque sois los únicos que podíais conseguir esto tan grande que hemos conseguido que es ver a Dios en cada uno de nosotros y en todos los hermanos que nos hemos encontrado en el camino.

El camino ha sido difícil pero como dijo el Santo Padre detrás del éxito hay un gran entrenamiento y creo que ese entrenamiento ha sido conocer las fortalezas y debilidades de todos nosotros y ayudarnos como si no hubiera un mañana.

Una cosa que tengo clara es que hemos aprendido a valorar las cosas cotidianas que tenemos en casa, como una ducha de agua caliente que al principio nos creíamos que era lo peor que nos podía pasar y sin embargo el día de la vigilia lo vimos como el mejor regalo que nos podían hacer.

Es la primera vez que voy con la hermandad más allá del camino del Rocío y a mi en especial me llamó la atención el día de la vigila cuando no había ni una sola sombra ni comida, y cuando más débiles estábamos sentí lo que es de verdad hacer hermandad, compartiendo todo absolutamente todo lo que teníamos de comida, ayudando a rellenar agua… y es cuando realmente me di cuenta que ninguno estaba allí por casualidad, todos estábamos allí porque aportábamos lo mejor de nosotros al equipo que hemos formado.

Me vuelvo a casa llena de felicidad, de nuevos amigos que se que van a ser para siempre, pero sobre todo con más Fe que nunca y lo más importante dando gracias al de arriba y a mis padres por darme la posibilidad de haber vivido esto tan grande que es ser cristiana.

Muchas gracias por todo de verdad y aquí me tenéis para lo que necesitéis en cualquier momento.

Blanca Navarro

Juventud de la Hermandad del Rocío de Sevilla


Después de haber descansado un poco de esta gran experiencia que tanto nos ha llenado a todos. Solo me queda dar las gracias a los miembros del equipo de juventud por el apoyo diario.

De la JMJ me llevo un gran recuerdo que no olvidare nunca. A pesar de haber sido una experiencia dura nos ha enseñado a valorar lo que tenemos y a ayudar al de al lado sea de la clase que sea o sea del país que sea.

El primer día las duchas estaban congeladas y lo veíamos como el infierno y conforme iban pasando los días lo íbamos viendo con mejores ojos hasta que el último día pudimos considerar la mejor ducha que nos habíamos dado nunca, ya que veníamos de dos días sin poder ducharnos, habiendo dormido en un descampado en medio de un campo a 40 grados con chinos en las esterillas. Cuando llegamos al colegio después de la noche de vigilia estábamos todos súper agradecidos de poder ducharnos y daba igual la temperatura del agua. Este fue el punto de inflexión, ya que de quejarnos porque el agua estuviese fría pasamos a agradecer que nos dejaran las duchas para asearnos. También hemos aprendido que mediante la Fe y la solidaridad de todos es todo más fácil.

Por último, me gustaría contar una anécdota que vivimos. El día del vía crucis del papa, cuando estábamos comiendo se acercó un niño de origen venezolano a mi padre y le pidió que si le podía regalar una llamada que se había perdido. Mi padre evidentemente le presto el móvil y ya una vez hablo con su monitora por el móvil se quedó con nosotros a comer. Ignacio le hizo un bocadillo y mi padre le dio por fuerza su ensalada para que no se quedara con hambre. A pesar de que el niño ya había comido aceptó la comida, cuando se acabó el bocadillo mi padre le dijo que si no quería más que no pasaba nada, que se tiraba, entonces el niño le dijo a mi padre:” si la vas a tirar me la como, la comida no se tira”. Los que estábamos allí presentes que éramos Rocío, Ignacio, mi padre, mi madre y yo nos quedamos en shock, pero esa es la realidad de otros países, nosotros tenemos demasiado y a veces no lo valoramos. Y es que como dijo el Papa, en esta vida solo hay una cosa gratis ,”EL AMOR DE JESÚS “


Quería compartir con todos vosotros estas palabras que me han salido del corazón reflexionando sobre todo lo vivido estos días.

Aprovecho para dar las gracias a todos por el trabajo incansable del equipo de juventud para poder haberlo hecho realidad. Y a todos los que hemos tenido la suerte de vivirlo, por haberlo compartido con ustedes. ¡¡Un abrazo familia!!

Con una bandera a cuestas y una premisa por bandera: “Para ser buen Rociero primero hay que ser cristiano”.

Con el corazón rebosando alegría y el alma llena de Fé. Volvemos a casa para ser testimonio de lo vivido, para gritar al mundo que los jóvenes somos creyentes, y que no nos avergonzamos de ello. Volvemos con ganas de cambiar el mundo, y sin miedo a ello.

“Salud pa’ to’s mis amigos, que siempre estén junto a mí!”, porque “Al Cielo se llega en equipo”; y esta familia ha demostrado estar más unida que nunca.

GRACIAS por haber sido parte de la mejor experiencia de mi vida.


Es raro que yo tenga poco que decir, con todo lo que hablo, pero me siento tan llena y feliz. Detrás de cada abrazo que os di ayer al despedirnos, había un gracias de corazón sin saber cómo expresarlo con palabras. ¡¡Ha sido una experiencia inolvidable!! ¡¡Un beso enorme para todos!!

Al cielo se llega en equipo y a pesar de la diversidad, de las diferencias y de las múltiples adversidades esta familia rociera nunca ha dejado de dar la mano para ayudar al que tiene al lado. Muy orgulloso de pertenecer a esta hermandad y a este grupo de cristianos. Espero poder seguir llenándome de experiencias a vuestro lado ❤️


¡Buenas noches equipo! Daros las gracias a todos y cada uno de vosotros , me llevo en el corazón a cada uno de vosotros, gracias por cada uno de los ratitos y por todos los ánimos cada vez que se necesitaban, da gusto tener una juventud como la nuestra, para mí ya sois mi familia y me tenéis para todo lo que necesitéis estoy súper orgullosa de todos vosotros y de que juntos seamos una piña que no duda en ayudarse, al cielo se va en equipo y el nuestro es espectacular, no quepo en mi de la felicidad que siento y en gran parte es gracias a vosotros, os quiero mucho, ha sido una experiencia que recordaré siempre.

Ha sido espectacular poder vivir esto juntos, solo puedo agradecer a cada uno de vosotros por haberme acercado tanto a Dios y haberme enseñado lo importante que es disfrutar el camino más que la meta, y que siempre hay que mirar para atrás y pararse a ayudar al hermano que lo necesita. Gracias de corazón al equipo de Juventud por la paciencia infinita, por el cariño y la atención siempre que lo hemos necesitado. Que sigamos siempre llevando la alegría y nuestra fe por bandera, os quiero mucho❤️

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